lunes, 29 de julio de 2013

LAS SOMBRAS DE LA MATERNIDAD. POST PARA "MÀ A MÀ, PELL AMB PELL, COR AMB COR"


Mi ciber-amiga-mami-blogger Ira de "Mà a mà, pell amb pell, cor amb cor" ha lanzado una propuesta a las mami-bloggers con la finalidad de exponer sin tapujos, ni miedos, las sombras de la maternidad, que las hay y son muchas y diversas.

Creo y pienso que siempre las he expresado en en "El cajón de mamá" ya que forma parte de MI maternidad, también creo que ya he pasado esas sombras maternales porque, la verdad, ahora estoy disfrutando muchísimo de mini yo, cosa que no pasó en un principio.

Así, os voy a explicar mis sombras de la maternidad, que realmente ya no están. Bueno, algún grito de histérica pego a mini yo porque es muy traviesa y mi nivel de paciencia muchas veces es mínimo,jeje.

Para mi, las sombras de la maternidad, dando margen, estuvieron durante los dos primeros años. Sobretodo, el primer año. El primer año fue muy caótico. Mini yo no engordaba, teteaba continuamente, lloraba mucho, no dormía...Mi vida cambió por completo. Llamaba a amigas llorando, desesperada, porque no sabía qué hacer ni cómo hacer nada. Me sentía como si el papel de madre me viniera grande, enorme, descomunal. Las respuestas eran varias y sin solución alguna: "Hay luz detrás del túnel", "Es normal, poco a poco necesitará menos de ti..." Sí, ya, pero cuándo? Cómo nadie me había dicho nada de lo que estaba pasando? Cómo nadie me habló de la depresión post parto? Los niños no duermen, comen y cagan? Dónde estaba lo hermoso de ser madre? Yo no lo veía por ningún lado!

Lo peor de esa situación, y de ahí las sombras, era que me sentía sola, muy sola. Mi sensación era de que nadie me entendía, nadie. Ni siquiera mi querida madre, a la que adoro y siempre me entiende. Incluso ella, súper discreta para no herirme, me lanzaba algún que otro consejo que no era lo que buscaba ni iba acorde con mis sentimientos.

Mientras mi cuerpo, alma e instinto me pedía estar con mi bebé y el resto del mundo me sobraba, todo el mundo me aconsejaba menos bebé para yo mejorar anímicamente. Es de locos, yo quería cuidar, calmar y amar a mi bebé al 100% y todo el mundo me decía que lo tenía que dejar. Curioso. No sabía qué hacer así que me dejé llevar por el remolino y mandó mi instinto, mucho bebé a pesar de los infinitos momentos bajos.

Fueron meses muy duros. Yo no quería destetar a mini yo. Sí, era muy sacrificado pero era lo mejor para ella, ¿porqué destetarla?. No quería dejarla con los abuelos para salir. Soy su madre, soy yo la que debo criarla y sé mejor que nadie qué quiere y necesita. Ya he salido mucho y ya saldré cuando ella "no me necesite". ¿Porqué tenía que dormir en su cuarto si despertaba cada hora si en mi cama no despertaba tanto y no tenía que desvelarme para ver qué le pasaba? ¿Porqué tenía que ir en cochecito si me era más duro oírla llorar que no deslomarme? Y vaya que me deslomaba sino pregúntaselo al fisio!

Yo quería estar con madres despeinadas, con la casa hecha un cristo, que sus hijos quisieran brazos y teta, que no tuvieran una vida de pareja normal a causa del caos de la llegada del bebé, desesperadas por el gran sacrificio que es criar a un bebé y que no pensaran en, de alguna manera, "recuperar su vida". Si tienes un bebé no puedes volver a tu vida anterior. Lo siento, ya elegiste y decidiste cambiar de vida. Pero tampoco me identificaba con esas madres de algunos grupos de lactancia tan PRO que rozaban demasiado lo "alternativo" para mi gusto. Buscaba madres normales con los problemas de las madre que crían con apego.

A pesar de la inexperiencia, debilidad emocional, dureza y soledad del primer año o año y medio, me empecé a sentir mejor, mucho mejor y cada cosa se iba poniendo en su lugar. A parte, ser madre había roto todos mis esquemas y vida pero me dio muchas cosas: más seguridad en mi misma, más fuerza, saber que mi cuerpo y mente pueden ir a límites insospechados, amar incondicionalmente a pesar de estreses varios y buscar una salida a cualquier problema.

Nunca he querido engañar a nadie y siempre, a pesar de la emoción de esas futuras madres al estar embarazadas y el buen hacer del "que bien, ser madre es lo mejor del mundo. Es taaaan bonito!", he dicho que criar es muy duro, a pesar de las broncas y patadas bajo la mesa de los que piensan que me paso y debería alegrarme por ellos.

Obviamente que me alegro, ser madre es lo más maravilloso e increíble del mundo pero también tiene muchas sombras de las que nadie habla.

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4 comentarios:

  1. Te felicito Ines!!! Criar a un hijo es muy sacrificado, pero con el segundo todo es mas fácil !!! Animate !!! Jiji

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  2. Pues yo soy madre de dos. Si con el primero te costó así no vayas a por el segundo. De uno a dos se triplica el trabajo. Mi matrimonio no lo resistió, él se ahogaba. Mis dos niños tienen un padre y una madre divorciados.

    A mi me está resultando muy duro. A veces pienso que no debí ser mama y luego me arrepiento. No es lo mejor que me ha pasado, porque él me hizo daño, infidelidad, le.vino grande. Y ahora yo sola es duro.

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    1. Hola lectora,

      A pesar de las dificultades, creo que siempre vale la pena ser madre. Seguro que encuentras la manera de superar todos los obstáculos.

      Ser madre soltera debe ser muy difícil y más con 2 criaturas. Eres una valiente!

      Mucho ánimo!

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