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jueves, 27 de junio de 2013

MINI YO SE GRADÚA...DE LA GUARDERÍA


Mini yo se gradúa este año. La verdad, cuando me dijeron que los niños se graduaban no entendía nada: ¿Cómo que se gradúan?, ¿de qué?

Llamadme anticuada pero en mi época sólo te graduabas en la universidad. Ni guarderías, ni primarias ni secuandarias. Claro, me eché a reír al oír que se graduaban. Pues sí, se gradúan y, ojo, con diploma, regalo y orla! Pensé, estas madres se pasan de tuerca, ¿qué tonterías son estas? Y ahora, que termina este ciclo, veo todo lo que ha hecho y hemos crecido en general, pues sí, es como graduarse. Hemos pasado con nota esta fase.

La verdad, yo no las tenía todas conmigo en llevar a mini yo a la guardería. Bueno, más bien lo que sí tenía claro es que, si iba, fuera a partir de su mínima autonomía como ser humano, es decir, que se sostuviera solita en sus extremidades inferiores. Que caminara. Y así lo hicimos. Hasta que no caminó pasó de unos brazos a otros pero de familiares.

La verdad, estoy muy contenta con mi experiencia en la guardería a pesar de la dura adaptación de mini yo (estuve a punto de desapuntarla!). Tal vez es que he dado con una muy buena guardería o con una tutora fantástica, a la que considero de la familia a pesar de coincidir con ella 5 minutos diarios, pero ahora se me empañan los ojos cuando hablo del fin de esta etapa y pensar que ya no volveré a ver ese bonito centro en el que tanto he participado organizando fiestas, haciendo un huerto, contando cuentos o cantando villancicos.

Mini yo ha aprendido mucho: a comer sola, a usar el wc, a ponerse los zapatos sola, a hablar, a compartir espacios y juegos...ha pasado de ser un bebé a una niña y eso, en gran parte, ha sido gracias a la guardería. La verdad, por comodidad o practicidad, los padres/madres solemos hacer muchas de las cosas que los niños pueden empezar a practicar. Por norma general, por las mañanas no tenemos media hora para que tu hij@ pruebe de ponerse un zapato sino que lo que haces es coger el pie del peque, poner el zapato y salir con un cohete en el trasero para llegar a tiempo a los sitios.

En la guardería tienen ese tiempo. Su tiempo es invertido en que aprendan y que cada vez sean más autónomos, dentro de sus posibilidades (aunque reconozco que alguna vez me he quejado de que quiera hacer las cosas solas porque no salimos nunca de casa, jajajaja)

No soy nadie para decir si los niños tienen que ir a la guardería o no. Cada uno hace lo que quiere y/o puede. Es más, soy de las que pensaba que las madres muy pro guarderías decían que era lo mejor para los niños como excusa por no poder estar con ellos y tenerlos que dejar sí o sí. Ahora pienso que, siempre y cuando te encuentres con una guardería tan buena como a la que ha ido mini yo, vale muy mucho la pena.

Ahora toca una nueva etapa, el colegio. Ya tiemblo...

Y vosotras, ¿soy pro o anti guarderías?

Este post está dedicado a Marta y Ester. Gracias por cuidar tan bien y con tanto amor a mini yo. Siempre os estaré agradecida por todo lo que le habéis enseñado. Sois fantásticas!